Antes de que continúes leyendo, he de avisarte de que en esta revisión de la película Death Note habrán Spoilers de la trama y personajes, por lo que te recomiendo que, antes de continuar, veas la película y después leas esta crítica.
Hace unas semanas observaba con ilusión los tráilers de la película que la plataforma Netflix estaba preparando. Una versión americana y hollywoodiense de uno de los mejores y más clásicos mangas y animes japoneses como es Death Note
¿Qué podía ir mal? Pues todo…
Si no conoces nada de Death Note, te emplazo a que veas, al menos, la serie animada que la propia Netflix tiene en su plataforma, entenderás rápidamente la frustración de los que amamos esos carismáticos personajes como son «L» y Light Yagami (Light Turner en la versión americana) o leas su entrada en Wikipedia que lo resume bastante bien.
La película empieza regular, ya que la presentación de personajes es bastante pobre y sinsentido, pero lo peor ocurre con la aparición del propio cuaderno de la muerte que sale de la nada sin más (Una pequeña tormenta le acompaña) y Light Sincarisma Turner lo recoge y se lo lleva sin dudarlo ni preguntarse como esa libreta ha aparecido desde el cielo a sus pies.

Light sufre, durante unos minutos del metraje, una serie de fenómenos paranormales en su escuela y casa que siempre terminan con la aparición de una manzana comida, el manjar favorito de los Shinigami. Al menos el primer anexo con la serie original desde que comenzó la película.
Pocos segundos después por fin se deja ver Ryuk, el Shinigami que siempre acompaña al Death Note. Y digo bien, se deja ver porque (OJO SPOILER GORDO) No se ve en toda la película, siempre aparecerá en sombra, de lado o de espaldas, pero nunca se le verá de rostro completo y su participación en el film es casi casi nula. Si si como lo lees.
Y aunque una bestia de más de dos metros, ojos iluminados de color, una especie de alas, delgado, con las extremidades muy largas como si tuviese un Sindrome de Marfan exagerado entre en tu habitación y te hable con una voz de ultratumba, el protagonista no tiene un ápice de miedo y enseguida hace caso a todo lo que le dice sin importar las consecuencias.
No hay nada en el interior de Light, simplemente obedece como un corderito, sin remordimientos, sin pensamientos profundos, sin nada. Así es el Light de la película Death Note de Netflix
Y, casualidades de la vida, la chica que le gusta a Light, y no al revés como en el manga/anime, Mia Sutton que no solo ha cambiado su nombre original, Misa Amane y su aspecto de chica Sexy y extrema, sino que ha dejado de ser la chica loca que estaba plenamente enamorada de Light hasta la obsesión, está justo debajo de su balcón siendo medio atacada por el típico matón de colegio.
Es entonces cuando Light utiliza, por primera vez, el cuaderno pidiendo la muerte del agresor y comprobando que lo que Ryuk le había dicho era cierto desencadenando una serie de sucesos que acabarían con la muerte del agresor y las risas del espectador por tal esperpento.
Y hasta aquí todo el interés de la película y os voy a contar por qué.
En primer lugar se pasan las normas del cuaderno por el arco del triunfo, y aquellas que dicen que el que toque el cuaderno podrá ver al Shinigami o utilizar el ojo del Shinigami a consta de años de vida para conocer el nombre de cualquier persona que tenga delante ni si quiera están presentes. De locura.
Las muertes de la película son clavadas a la serie de «casualidades» ocurridas en la saga Destino Final, planos mal escogidos, y sobretodo y por encima de todo FALSAS, MUY FALSAS. Pero no falsas porque no puedan ocurrir, ya que eso sería contrario al propio cuaderno y a una de sus normas, no, es que están terriblemente mal rodadas y simuladas. Salvo, hay que reconocerlo, la que protagonizan el grupo de agentes del FBI.
Como os comentaba antes, Ryuk no aparece casi nada en la película, y cuando lo hace, siempre es oculto y apenas dice nada, ríe y poco más. Toda la profundidad e historia de los Shinigami nace y muere con él, ya que es el único que veremos y el único del que se tiene constancia. Por supuesto en ningún momento se habla ni se ve el mundo donde ellos viven y de la historia del Shinigami enamorado de Mia/Misa ni hablamos. Todo un despropósito.

Pero cuando crees que todo no puede ir a peor, la película te sorprende aún más cuando llega el turno de «L» el personaje alter ego de Light. Un personaje que es una auténtica maravilla dentro de la historia original del manga/anime.
Y es que empezamos con un L que es de color, y no quiero que se me malinterprete nada de esto, puesto que no es una cuestión racial ni de colores, no me refiero a eso y, es una cuestión de orígenes.
L es blanco, y no lo digo como concepto de piel, quiero que esto quede bien claro, no, es que es blanco blanco porque es un personaje que tiene problemas de salud, endeble, sin apenas capacidad para moverse y cuando lo hace siempre es encorbado, débil, y con las manos en los bolsillos. L lo que tiene es que es terriblemente profundo y meticuloso. Casi psicopático y sin apenas sentimientos.
Pero es cierto que el color de la piel no debería de ser mencionado ni un impedimento si el personaje en los demás puntos comentados fuese al original, pero no, no es así, no tiene nada que ver. El L de la película no es analista, no hace demasiadas «cosas raras» y sobretodo tiene el carisma debajo del pié. Además, por algún motivo que aún no logro entender, en cuestión de minutos decide que «Kira» es Light Turner sin apenas investigar ni profundizar absolutamente nada en los personajes.

También encontramos un L colérico, enérgico, que quiere matar con sus propias manos a Light por el asesinato de Wakabi, su fiel ayudante, que dicho sea de paso tiene importancia cero en la película. Vemos a L recorrer las calles de la ciudad con un coche encolerizado, pistola en mano, corriendo y persiguiendo a Light que, OJO, «tiene miedo a morir y al cuaderno». ¿Qué han hecho con vosotroso L y Light?
L Va tan encolerizado que se les ha colado una casi caída del actor en el bar que cruzan corriendo, pero ¿qué importar el racord y los fallos si todo es un desproposito?
Y llegamos a Kira, el elemnto principal de absolutamente toda la trama Death Note, que en esta película pasa inadvertido y solo se cobra unas tristes 400 o 500 víctimas. Quizá puedan parecer muchos, pero mirad el manga/anime originales y me contáis.
En Death Note, Kira es el seudónimo que utiliza Light para asesinar a todos los que él considera que deben estar muertos.
Su idea principal es la de que solo sean violadores, terroristas y en definitiva personas que se dedican a hacer el mal, pero no contaré más para que veas el manga o anime principal.
Sin embargo en esta película todo eso pasa rápido y sin importancia y Kira se convierte en un mero instrumento en la trama para justificar que L quiera matar a Light y aunque hacen algún intento por darle importancia a Kira, no lo consiguen ni de lejos.
Y llegamos al final (dejando mucha morralla por el camino) y es lo más lamentable que podrás ver en mucho tiempo, nada de enfrentamiento directo entre L y Light, nada de profundidad en la trama, nada de los shinigamis, solo el ego de Mia que quiere el cuaderno y el de Light que no se lo quiere dar, y todo pasa en una noria que se desmorona.
Después de esto pasan una serie de cosas que dejaré que veas para que sufras recorriendo este film hasta esos 3-4 minutos finales donde, por fín, se puede ver «algo» del Death Note original y que consiguen que al menos no se acabe la película con un insulto y tirando el mando a la pantalla.
No querría cerrar este repaso por la película sin mencionar la banda sonda. ¿Por qué? ¿Qué necesidad había de poner esas canciones, en ese orden y sinsentido? Pensad que todo el final de la película, con una noria cayendo y desvelandose el SUPER Plan de Light final se pasa escuchando esta canción…
En definitiva y resumen, es una película que si no conoces el mundo Death Note, no entenderás o te costará mucho, y si lo conoces tampoco entenderás porque han hecho esta barbaridad con lo bueno que es el manga y el anime original.
