Es un sentimiento extraño de expresar, una sensación que, a pesar del tiempo, uno continúa sintiendo en su interior cuando recuerda o escucha a otros compañeros emitir por las ondas.
No hay nada más. Ni dinero, ni fama ni poder ni nada. Absolutamente nada. Nada crematístico claro… Ponerse al otro lado del micrófono lo único que hace es que, entre todos, podamos viajar.
Iniciar un viaje en cada programa por las vías de la historia, la alquimia, el misterio, el arte, la ciencia y la literatura.
Iniciar un recorrido en busca de algo que no sabemos si está ahí, en busca de conocer más sobre lo que nos rodea, iniciar un viaje donde no somos los maquinistas, si no unos pasajeros más conducidos por el interés común de aprender algo más.
Seis mese después, a pesar de todo, seguimos aquí. Buscando lo mismo, sintiendo lo mismo y sobretodo, soñando con lo mismo. Y es por eso que 6 meses desde la última vez y cuatro años desde la primera emision en radio Llavaneres podemos volver a decir aquello de… Bienvenidos a Los amisterios nos miran.